skip to main |
skip to sidebar
Que al final nos creamos el juego hasta tal punto de no saber diferenciar si estamos o no jugando. Nos jugamos la vida como si fuese una partida de cartas, donde podamos volver a empezar y donde nada cuente... y no es un juego, es un deporte de aventuras: arriesgado, sorprendente... y, sobre todo, divertido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario